Formación para el farmacéutico

La nutrición como ayuda al paciente oncológico desde la oficina de farmacia

Fue en el año 2000 cuando la Organización Mundial de la Salud (OMS) instauró el 4 de febrero como Día Mundial del Cáncer. Su objetivo: concienciar sobre una de las enfermedades con mayor tasa de mortalidad en el mundo - con aproximadamente 9,6 millones de muertes relacionadas con tumores en el año 2018- y sobre la importancia en las políticas de detección precoz y de prevención, dos aspectos en los que se han involucrado mucho las oficinas de farmacia españolas en los últimos años.

Las cifras del cáncer

A finales de enero, y como antesala a la celebración del Día Mundial, la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) publicó el informe “Las cifras del cáncer en España 2019” con muchos datos relevantes:

  • 277.234 (161.064 en hombres y 116.170 en mujeres) será el número de nuevos casos de cáncer que se diagnosticarán en España en 2019, un 12% más que en el año 2015.
  • Este incremento se debe a varios factores, como son el aumento poblacional, el envejecimiento, la exposición a factores de riesgo (tabaco, alcohol, obesidad o sedentarismo), o la implantación de programas de detección precoz que, si son adecuados, condicionan un aumento del número de casos pero con una reducción de la mortalidad. 
  • Este incremento se duplica en el caso de las mujeres (+17,4% en mujeres, +8,2% en hombres). Los expertos lo achacan a su incorporación al hábito tabáquico, lo que ha multiplicado el número de pacientes con cáncer de pulmón.
  • Los cánceres más frecuentes en la población española en 2019 serán el colorrectal, el de próstata, el de mama, el de pulmón y el de vejiga.
  • El cáncer de pulmón es el responsable del mayor número de muertes, seguido del colorrectal. Pese a las elevadas cifras de mortalidad, la supervivencia aumenta de forma continua y en España es similar a la del resto de países de nuestro entorno, siendo del 53% a los cinco años.

Ante estas cifras, tanto el Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos (CGCOF) como los colegios profesionales de las distintas Comunidades Autónomas, llevan varios años ofertando formación específica para los farmacéuticos en áreas en las que pueden ayudar a este tipo de pacientes, como son  nutrición, cuidados dermocosméticos, seguimiento farmacológico o apoyo psicológico. Es una enfermedad muy compleja que necesita un abordaje multidisciplinar para cubrir las necesidades del paciente.

En este sentido, existen también diversos trabajos publicados en los que se profundiza en aspectos de la enfermedad y que pueden servir de orientación al profesional, como la Guía de actuación nutricional en pacientes oncológicos en la farmacia comunitaria, editada por la Sociedad Española de Farmacia Familiar y Comunitaria (SEFAC), con el aval de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) y la Asociación Española contra el Cáncer (AECC). En ella se analizan temas como la relación entre cáncer y estado nutricional o cómo debe ser la intervención nutricional desde la farmacia comunitaria.

¿Por qué es importante el consejo farmacéutico en nutrición?

La desnutrición es uno de los aspectos más comunes que tiene que afrontar el paciente oncológico. Entre el 20 y el 40% de éstos se enfrentan a este problema en el momento del diagnóstico de la enfermedad, y la cifra se incrementa hasta el 70-80% en fases avanzadas.

Las causas se achacan normalmente a tres factores:

  • Al propio paciente: hábitos –fumador, bebedor…-, comorbilidades o aspectos psicológicos.
  • Al tumor que causa la enfermedad: Puede conducir a alteraciones mecánicas o funcionales (alteraciones en la salivación o deglución, dolor, anorexia…)- o a alteraciones metabólicas.
  • El tratamiento: Cirugía (fístulas, malabsorción…), radioterapia (gastritis, anorexia, diarrea…) o quimioterapia (mucosistis, diarrea...).

La desnutrición además empeora el pronóstico del paciente y se relaciona con una diminución de la esperanza de vida. También afecta a otros aspectos durante el tratamiento, como son el aumento del riesgo quirúrgico o complicaciones en la administración de la quimioterapia.

Por estos factores es esencial su detección precoz, y más en pacientes que no están en seguimiento hospitalario y padecen secuelas a nivel de nutrición.

La cercanía del farmacéutico comunitario es importante tanto para él como para su familia a la hora de darle apoyo y aconsejarle sobre los hábitos nutricionales que mejorarán su calidad de vida.

Entre sus funciones pueden estar:

  • Detección y gestión de la malnutrición, derivándole a su médico.
  • Formación y apoyo en la nutrición enteral y parenteral domiciliaria.
  • Asesoramiento con respecto a las pautas que deben seguirse para tener una alimentación saludable: uso de complementos o suplementos alimenticios, conservación de alimentos…

Recomendaciones dietéticas generales para los pacientes con cáncer

Aunque la dieta varía mucho de un paciente a otro, sí existen unas recomendaciones generales que se pueden reforzar desde la farmacia y que se recogen dentro de la guía de la SEFAC:

  • Dividir la dieta en un mínimo de cuatro comidas: desayuno, almuerzo, merienda y cena. También se aconseja un vaso de leche o un yogur antes de acostarse en el caso de que se toleren bien, ya que pueden ayudar a lograr mayor aporte calórico y proteico.
  • Cocinar con poca grasa: preferiblemente al vapor, hervidos, al horno, en el microondas, al papillote, guisos suaves o a la plancha.
  • Limitar el consumo de grasas de origen animal:
  • Elegir de segundo plato preferentemente pescado.
  • Las carnes magras o blancas (pollo, ternera magra, lomo de cerdo o conejo) pueden consumirse con mayor frecuencia que las carnes más grasas.
  • Consumir los lácteos desnatados (2-3 raciones diarias).
  • Asegurar dentro de la dieta pescado azul 2-3 veces por semana, siempre que sea bien tolerado.
  • Consumir legumbres de 2 a 3 veces por semana. Pueden triturarse para facilitar su digestión.
  • Consumir de 2 a 3 piezas de fruta al día.
  • Ingerir alimentos frescos respetando la estacionalidad de los mismos. Si los vegetales crudos (frutas, verduras y hortalizas) sientan mal, puede recomendarse su ingesta en forma licuada.
  • Sustituir los alimentos que sienten mal por otros del mismo grupo de alimentos. Por ejemplo, si la leche es mal tolerada, puede probarse con yogur o leche sin lactosa.
  • Beber de 6 a 8 vasos de líquido al día (agua, infusiones, caldos, zumos).

¿Qué medidas en nutricionales  son útiles en la prevención?

Según publicaba la Organización Mundial de la Salud (OMS) en su Informe Mundial del Cáncer de 2014, cerca de un tercio de las muertes producidas por esta enfermedad son evitables incidiendo sobre cinco factores clave:  

  • Consumo de tabaco (responsable de hasta un 33% de los tumores a nivel global, y de hasta un 22% de las muertes por cáncer).
  • Las infecciones (especialmente relevantes en países en vías de desarrollo).
  • El alcohol (causante de hasta un 12% de los tumores a nivel mundial).
  • El sedentarismo y las dietas inadecuadas (sobre todo debido a la insuficiente cantidad de fruta y verdura).

El farmacéutico puede tener un papel relevante dentro de la cadena sanitaria en cuanto a las pautas preventivas. En este sentido, también se recogen varias directrices en la guía de la SEFAC:

  • Aumentar el consumo de frutas y verduras.
  • Mantener niveles adecuados de vitamina D y calcio séricos, así como del resto de vitaminas y oligoelementos.
  • Limitar el consumo de alimentos procesados, en especial carnes rojas.
  • Limitar los alimentos cocinados a temperaturas muy altas que se hayan quemado.
  • Limitar el consumo de azúcares simples.
  • Reducir el consumo de grasas saturadas.
  • Evitar el exceso de alcohol.
  • Aumentar la actividad física y evitar el sobrepeso, sobre todo en la sección media del cuerpo (abdomen).
  • Incrementar el consumo de fibra hasta alcanzar los niveles recomendados.
  • Aumentar la ingesta de pescado azul.
  • Seguir una alimentación equilibrada.